
La palabra que mejor define a Patricia Muñoz es ‘resolutiva’ —ella dice que es “nerviosita, muy activa”—. Y de esa actitud se beneficiaron muchas empresas y muchos polígonos que se vieron afectados por la DANA del 29 de octubre de 2024. Entonces Patricia formaba parte de la junta directiva de la Federación de Polígonos Empresariales de la Comunitat Valenciana (Fepeval) —en la actualidad es la presidenta, desde septiembre de 2025— además de presidir la Asociación de Empresarios de Catarroja y el Instituto Empresarial de l’Horta Sud y dirigir Electrofernández, una empresa instaladora de electricidad y mantenimiento general ubicada en el polígono de Catarroja.
Ese 29 de octubre habían cerrado la empresa pronto, “tuve sensación de peligro por el viento que soplaba y a las cuatro mandé a todo el mundo a casa”. Por las cámaras, mientras el servidor funcionó, vio como entraba el agua en las instalaciones (hasta 1,65 metros) y como destrozó herramientas, vehículos, materiales… “Al día siguiente necesitaba acercarme y ver por mí misma que había pasado. Sabía que todo estaba perdido, pero necesitaba ver”, recuerda. Una vez que constataron la situación, ella y su socio se pusieron manos a la obra, compraron máquinas de limpieza y, mientras su socio y sus empleados se quedaba en la empresa ella se fue al ayuntamiento de Catarroja, “llevamos ya unos años colaborando muy intensamente con ellos, principalmente para poder constituir una Entidad de Gestión y Modernización (EGM) en este polígono y en ese momento decidí que desde allí podría trabajar para ayudar a las empresas de la zona”.
Y dicho y hecho, Patricia Muñoz se instaló en el ayuntamiento “me pasé semanas metida allí, realizando llamadas, pidiendo favores, recursos, maquinaria, comida, agua, gestionando a los voluntarios que iban al polígono…”. Quizá, en esa manera de actuar tenga algo que ver su formación de criminóloga, porque Patricia analiza bien cada situación, recopila información, desarrolla estrategias y toma decisiones.
Toda esa actividad hizo que, aunque eran varios los presidentes o gerentes de polígonos de Fepeval afectados por la DANA, fuera ella la elegida para ser la representante de la Federación y así solicitar, reclamar y demandar todo lo que se iba necesitando y también para dar visibilidad a la realidad que estaban viviendo. Según los cálculos de Fepeval, cincuenta parques industriales sufrieron graves daños, lo que se traduce en más de 6.500 empresas afectadas.
El papel de Fepeval en la Dana
Para todas esas zonas y empresas, desde la Federación han trabajado intensamente, no solo ayudándoles con las subvenciones y ayudas o con la mejora de las infraestructuras, también con actuaciones como una línea de colaboración con el Col·legi Oficial de Psicología de la Comunitat Valenciana (Copcv), para impulsar un programa gratuito de apoyo psicológico dirigido a empresas, personas trabajadoras y autónomos. O los acuerdos con la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo para, por un lado, el despliegue de agentes de proximidad industrial que una conexión directa y permanente entre las empresas, las áreas industriales y la administración autonómica, facilitando una respuesta rápida, eficaz y adaptada a las necesidades específicas de cada área, y por otro la implantación de unos autobuses lanzadera para, los trabajadores de los polígonos afectados.
Un trabajo que han seguido haciendo todos estos meses, “porque las necesidades continuaban estando y además cada polígono nos hemos ido recuperando de manera muy diferente”. De hecho, un año después, las áreas industriales afectadas “mantienen deficiencias en infraestructuras básicas a las que hay que hacer frente", como el alumbrado, los drenajes, la calzada o la seguridad. “Yo confío en que, poco a poco, se vayan arreglando las deficiencias, pero por si acaso, siempre que puedo sigo recordando lo que queda por hacer para que no se olviden”.
Así, llegó el mes de septiembre de 2025. Diego Romá decía adiós tras casi trece años como presidente ejecutivo de Fepeval para asumir la gerencia de la Asociación de Empresarios de Fuente del Jarro (Asivalco) y había que buscar un sustituto. Y la elegida fue Patricia Muñoz, acompañada de María Vicente en la gerencia. “Y realmente estoy contenta de haber aceptado, porque, aunque yo ya estaba involucrada antes en Fepeval, a raíz de este año me he dado cuenta de las posibilidades que tiene la Federación y de lo representativa que es. Estamos hablando de que ahora mismo lleva 66 asociaciones, que engloban a más de 160 áreas industriales, con más de 6.000 empresas, en toda la Comunitat. Fepeval es una voz a escuchar. Debemos creernos, de verdad, lo importantes que somos, y el valor de lo que hacemos y representamos”, resalta Patricia Muñoz, que echa la vista atrás para hacer balance de los más de veinticinco años de la Federación y se siente muy satisfecha de lo conseguido y de la labor de sus antecesores: “Han conseguido pasar en los últimos diez-doce años de siete asociados a 66 y se ha avanzado en temas tan significativos como la creación de EGM y ya hay medio centenar activas. El balance solo puede ser muy positivo”.
“Obsesionada” con las EGM
Ahora Patricia trabaja ya en los retos que se ha marcado en esta nueva etapa como presidenta. Lo más importante para ella es la constitución de EGM, en todas las áreas industriales de la Comunitat, “es el principal reto que tenemos. Conseguir transformar nuestros polígonos en EGM, por los beneficios que tienen tanto para las empresas como para los municipios. Primero, porque directamente te conviertes en un área que tiene una gestión profesional. Y segundo, porque tienes acceso a unas subvenciones que están solamente pensadas para esas áreas, con lo cual atraes inversiones, mejoras las infraestructuras, revalorizas el valor que tienen las naves y suelo”.
De hecho, Patricia reconoce que, en concreto la puesta en marcha de la EGM en el polígono de Catarroja —donde tiene ubicada su empresa—es una “obsesión" para ella: “he visto las diferencias y son abismales. Al final hay que tener en cuenta que pasas más tiempo aquí que en tu casa y ¿tú cuidas tu casa, pero no cuidas un sitio donde estás diez-doce horas diarias? Puedes tener tu empresa niquelada, pero, si de puertas para fuera es un desastre no transmites buena imagen a tus clientes”. Pero reconoce que es un proyecto complejo, “es un polígono muy grande, con un millón de metros cuadrados y 500 empresas, en su mayoría, pequeñas”, en el que lleva trabajando con el ayuntamiento desde hace varios años. Aun así, esa complejidad no le va a frenar y asegura que “sí o sí”, el polígono se convertirá en EGM.
Los otros retos en Fepeval
En paralelo también quiere reforzar y mantener la comunicación y el trabajo con las distintas administraciones: “En estos meses hemos trabajado muy bien con las administraciones, tanto la autonómica como la estatal, pero esa relación no solo debe existir cuando hay una emergencia, sino también en el día a día. Fepeval y las administraciones tienen que tener una comunicación fluida para poder poner en marcha proyectos reales que mejoren esas áreas”.
El tercer reto es poner en valor la importancia del asociacionismo en los parques industriales: “creo que la DANA ha puesto de manifiesto lo importantes y lo necesarias que son las asociaciones empresariales para la administración, para saber qué necesitan las empresas y qué hace falta en sus zonas. Pero también ha servido para que muchos empresarios se den cuenta de la fuerza que tenemos cuando reivindicamos en conjunto y del valor de contar con una figura como la asociación que informaba, resolvía dudas y era un apoyo ante tanto caos”, comenta Patricia Muñoz.
Y por último apunta a la necesidad de que la recuperación tras la DANA no se quede en una reconstrucción, sino “reforzar todo lo que había y mejorar todas las áreas para que las empresas sean más fuertes, atraigan más talento y generen más riqueza”. Y para ello, tal y como apunta la presidenta de Fepeval, se necesita una mejor conectividad en las áreas industriales, vías verdes y mejorar la movilidad. De hecho, una de las acciones que están fomentando desde la Federación, junto con la puesta en marcha de planes de emergencia y medidas para la autoprotección, es una aplicación para el uso del coche compartido, “con ello conseguimos reducir el porcentaje de vehículos que entran y salen de las áreas industriales y contribuimos a reducir la contaminación”.
Acercar la innovación a las empresas
Además, Patricia Muñoz confía en sentarse con la Red de Institutos Tecnológicos para continuar fomentando la colaboración entre los institutos tecnológicos y los parques empresariales con el objetivo de incrementar la difusión de los resultados de la I+D desarrollada por los centros en dichas áreas industriales y en las empresas radicadas en ellas. “La colaboración es fundamental porque nosotros podemos plantear cuáles son las inquietudes y las necesidades y ellos puedan proponernos soluciones o proyectos en los que podamos estar juntos y que realmente aporten”.
Una colaboración que, aprovechando la capilaridad que tiene Fepeval, “puede llevar la innovación directamente a todas esas medianas y pequeñas empresas que por su cuenta no pueden acceder a esa innovación y que, a través de Fepeval o de las asociaciones podemos canalizar un acceso que seguro les va a beneficiar, no solo en su capacidad como empresa, sino también en el aumento de posibilidades de atraer talento”.
Mientras tanto, la Patricia Muñoz empresaria y persona no ha parado tampoco. Había que casi volver a empezar y sacar adelante la empresa, porque los destrozos fueron importantes. Sin embargo, ella quita hierro al asunto: “Sí, tengo más deudas que antes, pero no me voy a quejar, ninguno de mis trabajadores ha sido afectado, mis clientes me han esperado y cuando veo como están mis vecinos, reconozco que soy afortunada”. También sacó tiempo para ayudar a familiares que habían sufrido daños por la Dana, fiel a su mantra: “mientras yo tenga energía, continuo. Había mucha faena por hacer y yo no sé estarme quieta, si veo que hay que hacerlo, lo hago”.